El investigador postdoctoral del Programa Riesgo Sísmico, PRS, trabaja en amenaza sísmica en Chile Central. Su doctorado lo obtuvo a fines de 2015, bajo la dirección del Profesor Ralph Archuleta de la University of California, Santa Bárbara, Estados Unidos. Antes había estudiado Ingeniería Civil Estructural en la Universidad de Los Andes y luego, en Europa, un Magister en Ingeniería Anti sísmica e Ingeniería sismológica, financiado por la Comisión Europea. Crempien señaló que "la caída de tensiones es un parámetro fundamental para entender el peligro sísmico. Efectivamente, a una misma magnitud, en distintos lugares de la tierra, es posible tener intensidades diferentes que varían debido a la caída de tensiones. La diferencia puede ser grande y por lo tanto muy demandante para ciertas estructuras y para la percepción humana".
La charla del miércoles 27 abril
Para explicar el tema del seminario, Jorge Crempien señaló que “consiste en el análisis de un problema clásico. El profesor Raúl Madariaga fue uno de los primeros que introdujo este concepto de calcular el parámetro de caída de tensiones en la falla, a partir de observaciones en la superficie de la tierra. Él hizo un modelo computacional en 1976, en el que explica la correlación que existe entre los parámetros observables de la respuesta sísmica en la superficie y los parámetros de la fuente sísmica. Esto es la caída de tensiones”.
Crempien recordó que “hay dos parámetros esenciales que controlan la respuesta sísmica. Uno es el momento o la magnitud del terremoto y el segundo es la caída de tensiones. La magnitud determina el tamaño del terremoto y la caída de tensiones determina qué tanta diferencia hay entre el estado inicial de tensiones y el estado final de tensiones que se produce en la corteza terrestre. Mientras más grande es la diferencia entre el estado inicial de tensiones y el final, mayor es la intensidad que puede experimentar un movimiento fuerte. Eso es observable a partir del análisis de cierto tipo de ondas (Primarias o Secundarias) en el sismograma. De las características espectrales de esas ondas, uno puede determinar cuál es la caída de tensiones que puede experimentar cierto tipo de terremotos observados”.
El investigador afirmó que “es un análisis en el que existen muchas interrogantes todavía. Hay mucha variabilidad en nuestras observaciones, así que es necesario revisar nuestras interpretaciones. La ruptura es un proceso muy sensible y complejo. ¿Qué tan exactas o variables pueden ser nuestras interpretaciones? Ésa es la pregunta”.