La reciente investigación "Historical and recent large megathrust earthquakes in Chile" liderada por el académico del DGF de la Universidad de Chile, Sergio Ruiz, publicada en la revista Tectonophysics concluyó, tras una revisión exhaustiva de todos los eventos sísmicos que han afectado a Chile desde comienzos del siglo XX a la fecha, que en Chile hay terremotos y megaterremotos.
"La gran diferencia es que los megaterremotos (como Valdivia 1960 o El Maule 2010) son tan grandes que rompen toda la zona de contacto, en cambio los terremotos de aproximadamente Mw 8.0 (como Iquique 2014, Illapel 2015 o Chiloé 2016) rompen solo una parte de dicha zona, lo que tiene una directa implicancia con la ocurrencia de tsunamis -los cuales se producen cuando un terremoto mueve la interfaz de la placa de Nazca con la placa de Sudamérica-. Además, debemos considerar que estos megaterremotos tienen una gran extensión longitudinal norte-sur, lo cual genera enormes tsunamis regionales" comentó el profesor de la FCFM Sergio Ruiz.
Otro de los aspectos que se destacan en la investigación, es la frecuencia promedio de ocurrencia de estos megaterremotos, que en todo Chile es de dos por siglo. "Por ejemplo, anteriormente esperábamos que en la zona central de Chile hubiese un terremoto cada 80 años - aproximadamente- pero ahí estábamos mezclando los terremotos junto con estos megaterremotos. Que los terremotos de magnitud promedio 8.0 ocurran en una zona no permite descartar la ocurrencia de terremotos gigantes. Es decir, no se pueden promediar megaterremotos con terremotos", argumentó el investigador de sismología de la Universidad de Chile.
Como se ha recalcado, los sismos no se pueden predecir, no obstante llama la atención que en los datos recopilados en esta publicación se señala que en la zona que abarca desde el sur de Antofagasta hasta Taltal no hay en la historia sísmica chilena información de megaterremotos desde el último ocurrido el año 1922. "Potencialmente puede ocurrir un terremoto gigante en cualquier lugar de Chile, por ejemplo en la zona centro norte no hay registros históricos y en la zona central de Chile, desde 1730 que no hay ocurrencia de un megaterremoto", agregó Ruiz.
Precursores y réplicas de un megaterremoto
Respecto a los precursores o temblores previos a un megasismo, el académico señala que aún no se puede saber con certeza si todos los megaterremotos presentan precursores. "La ocurrencia de un enjambre sísmico previo a un terremoto es una de las grandes preguntas científicas que nos permitiría ayudar a entender qué genera un megaterremoto, por ahora sabemos que algunos tienen y otros no. Por ejemplo, el último megaterremoto que ocurrió en la zona central fue en 1730 y al leer las crónicas de la época podemos saber que abarcó desde La Serena hasta Concepción y tuvo varios precursores, por lo cual la gente estaba durmiendo en las calles y eso ayudó a que hubiese muy pocas personas fallecidas. En el terremoto gigante de Valdivia de 1960, hubo un terremoto previo -de magnitud 8,1- que ocurrió el día anterior", agregó el profesor de Geofísica.
"Los enjambres sísmicos hay que tomarlos con mucho cuidado porque a veces ocurren enjambres sísmicos y después no hay terremoto; u ocurren terremotos sin enjambres o terremotos con enjambres previos, están todas las opciones" argumentó Sergio Ruiz.
En relación con las réplicas, el Profesor de la Universidad de Chile comentó que "entre más grande es el terremoto hay más réplicas y un período de réplica más largo. Por ejemplo, tras el 27F del 2010 estuvimos varios años con réplicas".
Entre las nuevas preguntas que se abren luego de esta publicación, Ruiz comentó que las ciencias de la Tierra deben seguir avanzando en entender, por ejemplo, la periodicidad de los megaterremotos y cómo éstos se relacionan con los terremotos. ¿Cuándo, dónde y por qué ocurren terremotos o megaterremotos? ¿Los megaterremotos pueden acelerar la ocurrencia de otros terremotos? ¿Cuál es la relación de terremotos con los enjambres y las réplicas? "No solo para la sismología es importante que se pueda ir avanzando en la descripción, clasificación y comprensión de los distintos tipos de sismos y de terremotos, sino también para la sociedad chilena en su conjunto, ya que convivimos con los sismos y es nuestro deber avanzar en una cultura sísmica", concluyó el académico del Departamento de Geofísica.
Link al paper: https://doi.org/10.1016/j.tecto.2018.01.015