Una nueva colaboración con la sección “Imagen del Día” del sitio web, Observatorio de la Tierra (Earth Observatory), de la NASA, realizó el académico del Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile y director del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2), René Garreaud.
El aporte del profesor Garreaud fue publicado en el artículo “Ríos atmosféricos empantanan la zona central de Chile” (Atmospheric Rivers Swamp Central Chile), donde se expone el efecto de los eventos climáticos ocurridos en junio y agosto de 2023 en la zona centro sur del país, a partir de dos imágenes. La primera, captada el 21 de agosto por el Sistema de Observación de la Tierra Goddard (GEOS, por su sigla en inglés), muestra el vapor de agua precipitable total en la atmósfera. La segunda, obtenida por el satélite Aqua de la NASA el 26 de agosto, muestra las columnas de sedimento transportadas por los ríos hacia el océano Pacífico.
“Durante más de una década, la sequía ha azotado el centro de Chile con incendios forestales, escasez de agua y cultivos resecos. Sin embargo, en el invierno de 2023, la región obtuvo cierto alivio con la formación de dos ríos atmosféricos que trajeron cientos de milímetros de lluvia y nieve a la región”, dice el artículo de Earth Observatory.
La publicación de la NASA agrega que, a pesar del alivio provocado por las lluvias, la gran cantidad de agua caída en tan poco tiempo en ciertas zonas causó inundaciones y deslizamientos de tierra, con graves consecuencias en las regiones del Maule, Ñuble y Biobío.
"Hubo un fuerte efecto orográfico. De hecho, vimos de cinco a diez veces más lluvia en la precordillera y cordillera de Los Andes que en el valle central de Chile”, afirmó el profesor René Garreaud, al referirse a los más de 500 milímetros caídos en solo dos días durante el evento de junio en las estribaciones del Maule: un monto equivalente al doble de la lluvia que cae en Santiago en un año normal.
"Estamos viendo humedad adicional en el Pacífico central, pero el acoplamiento con la atmósfera sigue siendo relativamente débil", añadió el profesor René Garreaud. En esta línea, aseguró que “el anticiclón del Pacífico sigue siendo fuerte y todavía no hemos visto un bloqueo en lo alto al sur del continente, que es la firma típica de las tormentas invernales fuertemente influenciadas por El Niño".