Un emotivo homenaje al Doctor Cinna Lomnitz se rindió, el martes 23 de agosto, en el salón Enrique D’Etigny de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas. El evento contó con la asistencia del Decano de la Facultad, Patricio Aceituno y del Director del Departamento de Geofísica, Ricardo Muñoz, además de académicos y alumnos.
El homenaje al científico, fallecido el 7 de julio recién pasado en Ciudad de México, fue organizado por los Departamentos de Geofísica, Ingeniería Civil, el Programa de Riesgo Sísmico y la Biblioteca Montessus de Ballore. Durante el encuentro que fue dirigido por el profesor Sergio Ruiz, los académicos Armando Cisternas, Rodolfo Saragoni y Raúl Madariaga entregaron su visión respecto de la vida y el aporte de Cinna Lomnitz. Todos ellos coincidieron en la capacidad creadora y movilizadora del científico quien fuera el primer Director del Instituto de Geofísica de la Universidad de Chile, creado en 1957 por el Rector Juan Gómez Millas.
El profesor Armando Cisternas presentó una reseña de la vida de Lomnitz, desde su nacimiento en en 1925, en la ciudad de Colonia, Alemania, y su llegada a Chile junto a su familia de origen judío. Su padre era un notable abogado y su madre fue cantante de ópera. El profesor Cisternas enfatizó la singularidad del científico, su sensibilidad artística y su capacidad para producir una dinámica creativa que, en distintos lugares, siempre aportó al desarrollo de las Ciencias de la Tierra.
El profesor Rodolfo Saragoni se refirió a las mayores contribuciones de Cinna Lomnitz en el campo de la ingeniería sísmica chilena. Afirmó que entre ellas podían distinguirse los estudios de sismología histórica, el estudio de terremotos contemporáneos chilenos y el estudio del riesgo sísmico de Chile.
Por su parte, el profesor Raúl Madariaga presentó cuáles fueron las contribuciones a la sismología y las ordenó señalando que eran: la ley de Lomnitz, el análisis de la sismicidad de Chile, la Red Sismológica Mexicana – RESMAC y el estudio del origen de las oscilaciones del valle de México. Finalmente, el profesor Madariaga enfatizó que Lomnitz era autor de libros muy leídos, como el que lleva el título de “Global Tectonics and Earthquake Risk”.
La trayectoria
Cinna lomnitz realizó sus estudios secundarios en Chile. Entró a la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Chile y se recibió de Ingeniero en 1948. Luego obtuvo una beca para estudiar en Harvard. Se especializó en Mecánica de Suelos y fue alumno del distinguido profesor Karl von Terzaghi.
Luego de obtener un Magister en Harvard, tuvo una beca de la Unesco para cursar el doctorado en Geofísica en el Instituto Tecnológico de California (CALTECH). Los profesores con los que tuvo más contacto fueron Hugo Benioff, Beno Gutenberg y Charles Richter. Realizó su tesis de doctorado con Benioff, sobre las deformaciones lentas de un sólido sometido a esfuerzos, lo que más tarde se conocería como la Ley de Lomnitz. Obtuvo su doctorado en 1955.
Mientras era alumno de Benioff, fue enviado a instalar dos estaciones sismológicas en Israel. Allí enseñó el manejo de los instrumentos a Ari Ben Menahem. Más adelante estuvo un tiempo como ayudante de Richter.
En 1956 volvió a Chile, y comenzó a trabajar en la organización de un Instituto de Sismología. Para ello tuvo el apoyo del Rector Juan Gómez Millas y del Decano Carlos Mori. Fue así que conformó un primer equipo de sismólogos integrado por Lautaro Ponce, Enrique Gajardo, Armando Cisternas y Edgar Kausel.
Lomnitz tuvo una activa participación en el terremoto chileno de 1960, de magnitud 9.6, y con 1000 km de ruptura de falla: El mayor sismo conocido. Se dedicó completamente al estudio de este proceso, en particular en las observaciones de terreno, donde tuvo la colaboración de Edgar Kausel y de Lautaro Ponce.
En 1964 Cinna Lomnitz debió enfrentar algunos problemas en la Universidad de Chile y, al mismo tiempo, recibió una oferta de la Universidad de Berkeley en San Francisco, para estar a cargo de la Red de Sismógrafos del Norte de California. Aceptó la oferta de Berkeley y se trasladó a Estados Unidos.
Allí fue designado jefe de la red sísmica. Finalmente recibió una oferta para trabajar en sismología en la UNAM, México. Allí realizó una parte importante de su carrera. En 1995, recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes y en 1997, el Premio Universidad Nacional. Desde 2002, fue investigador emérito de la UNAM.